Las neveras están llenas. No hay escasez en las exhibiciones de carnicerías y frigoríficos. Julian Pedemonte ofrece a sus negocios de primera, segunda y tercera y hasta improvisa ofertas para tratar de salir la única res a la semana que le pide a su proveedor, de las tres o cinco que le despachaban hace dos años. Las ventas no son las mismas, el consumo tampoco lo es: Ha caído en 77,14% y los mataderos devuelven alrededor de 35 millones de kilos de carne al mes a los productores porque simplemente no se venden.
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